¿Qué le pides a este 2022?
En estas fechas, los medios de comunicación y las RRSS se llenan de mensajes sobre buenos propósitos y rituales varios para empezar el año con buen pie. Todo forma parte del imaginario colectivo y de cada cultura, con su parte mágica y entrañable que, en los tiempos tan difíciles que corren, reconozcamos que nos ayudan a soñar.
Hoy te invito a ir un paso más allá sobre los propósitos de año nuevo específicamente de nosotras, las mujeres. Es posible que escribas una lista de propósitos, o realices algún ritual para empezar el año con suerte o tal vez no hagas nada porque no crees en esas cosas. En cualquier caso, seguro que tienes alguna preferencia respecto a por dónde te gustaría que transcurriera tu vida durante este nuevo año, ¿verdad?. Ahora piensa en lo que te hayas propuesto y permíteme que te haga unas preguntas a modo de reflexión:
- ¿Todos los propósitos dependen exclusivamente de ti?
- ¿Alguno de estos propósitos es realmente tuyo o es porque es “algo que se espera de ti” por ser mujer, pareja, madre, hija?.
- Y en aquellos objetivos que aplique:
- ¿Crees que a un hombre le sería más o menos fácil conseguir el mismo propósito?.
- ¿La sociedad en conjunto y su estructura actual (empresa, escuela, administraciones,…) te facilita llegar a la consecución de este propósito o te aleja?
- ¿Crees que a un hombre se le pediría que tuviera ese propósito?.
¿Ves por donde voy?
¿De quién y para quién son tus propósitos?
Las mujeres tenemos un puzzle con más piezas
Puedes hacer un listado de propósitos perfecto, que sea realista, asumible y que mayoritariamente dependa de ti conseguirlos y, aun así, encontrar dificultades para lograr algunos y vivirlo con cierta frustración. Puedes haber querido estudiar un nuevo idioma para tener más opciones de promocionar en el trabajo, o apuntarte a aquel curso de pintura que llevas años deseando hacer porque es tu único hobby, o cumplir la promesa de dedicarte unas horas al mes a tu autocuidado y mimos….. Pero no lo has logrado porque la famosa «conciliación» parece ser que se escapa de las manos. ¿Has hecho algo mal? Probablemente no. Simplemente tienes, tenemos como mujeres, más piezas en nuestro puzzle de vida para coordinar que los hombres por el simple hecho de ser mujeres. Y a más piezas, más dificultad y tiempo para que la imagen sea nítida. No se tarda lo mismo en «conciliar» un puzzle de 100 piezas que de 1000.
Somos luchadoras
Con esto no quiero decir que sea imposible conseguir lo que te propongas; si no, los cambios no se producirían ni habría motivación alguna para mejorar. Sin embargo, hemos de ser conscientes de que, como mujeres, partimos con desventaja debido a haber crecido en una sociedad patriarcal (la educación recibida, roles preestablecidos, expectativas de los demás puestas en nosotras, etc.) y, lo peor, es que tenemos asumido que nos va a costar más. Y aun así, tenemos ambiciones, ganas de luchar y ser mejores. ¿No te parece admirable? A mi sí.
Entonces, ¿qué puede hacer la Psicología en Femenino y el Coaching por ti?
De entrada, abordar el proceso de cambio desde una visión femenina y realista de la mujer y su papel en el contexto sociocultural en el que estamos. En un proceso de Coaching, tú eres la responsable de los resultados y haciéndote consciente de cómo ha influido e influye en la actualidad el modelo de sociedad patriarcal en el que vivimos inmersas, tendrás mayor conocimiento para:
- Liberarte de ideas preconcebidas sobre ti, sobre las mujeres y hasta dónde se nos permite llegar (o nos dicen que podemos llegar).
- Establecer objetivos que se ajusten a tu potencial real y a sentido de vida, no a lo que los demás creen o esperan de ti por ser mujer, pareja, madre o hija.
- Integrar esos cambios en tu vida de una manera responsable y efectiva, con la opción que sea mejor para ti.
Así que, si aún no has escrito los propósitos para este 2022, tal vez sea una buena idea redactarlos desde esta perspectiva, donde tú seas la protagonista de tu vida. ¿Qué te parece?. Y si te sirve de algo, yo ya creo en ti.
Feliz Año Nuevo.


